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Educación Continua
 
 
 




Programa Institucional de Educación Continua
 
De acuerdo con datos oficiales de la Asociación Nacional de Instituciones de Educación Superior (ANUIES), la Educación continua emerge en la década de los setenta con el propósito de actualizar la formación profesional del profesorado de nivel superior. De entonces a la fecha, esta actividad académica alcanza un mayor nivel de consolidación, ganando cada vez mayores espacios, cobertura y sistematicidad en este tipo de instituciones. La Educación Continua, también es considerada por ANUIES, como una de las mejores alternativas de vinculación entre las IES y la sociedad.
 
La educación continua en la Facultad de Ciencias de la Educación, congruente con el Plan Institucional de Desarrollo Visión 2017, representa una modalidad educativa flexible en sus programas, contenidos y métodos, innovadora y creativa que tiende a resolver las necesidades de los diversos niveles educativos de la región. Constituye una opción de formación en la que se puede acceder a nuevas informaciones para construir conocimientos apropiados para un mejor desempeño profesional. Se compromete con la actualización permanente ante la velocidad del desarrollo científico y tecnológico actual.
 
La ANUIES, en el Programa Nacional de Extensión de la Cultura y los Servicios (2005), define la Educación continua en dos sentidos:
 
a) Como una actividad académica de extensión universitaria de las Instituciones de Educación Superior (IES), organizada y ubicada fuera de la estructura del sistema formal educativo, que tiene como propósito actualizar conocimientos y adquirir nuevas destrezas y habilidades que permitan una mejor adaptación al cambio y un desempeño eficiente en el entorno laboral.
b) Como una actividad académica organizada, dirigida a profesionistas o personas con formación práctica profesional, técnica o laboral que requieren no sólo de conocimientos teóricos o prácticos que obsolecen, sino de actitudes, hábitos y aptitudes para mejorar el desempeño de su trabajo
 
La Facultad de Ciencias de la Educación, atendiendo a estas orientaciones y con base en las atribuciones que le confiere la normatividad universitaria para el ejercicio de sus funciones sustantivas, asume su compromiso con la institución y la sociedad a través de la Educación Continua como una tarea fundamental de la función de vinculación social y de actualización permanente de cuadros docentes de la universidad e instituciones afines de la región.
 
Desde esta perspectiva, la Educación Continua se encarga de la formación y actualización del personal académico de nuestra institución, además de asumir una estrategia institucional que permitirá que la universidad consolide sus vínculo con otras instituciones educativas de la localidad y del país a través de un conjunto de experiencias que significan un puente entre  la formación inicial y el desarrollo profesional con la finalidad de mantener, aumentar y mejorar las competencia funcionales al desarrollo de sus responsabilidades.
 
Contextualización
 
Jacobo (2003) ha dicho que las profesiones son instituciones que resultan de la ejecución recurrente de prácticas diversas y clasificadas, debidamente tipificadas tanto por la experiencia como por el saber académico y que están mediadas, sin duda, por los estados emocionales de sus prácticos. Ahí mismo afirma que las profesiones se caracterizan por ser autorreferenciales, autoorganizadas y autopoiéticas, pero que reconocer esto resulta insuficiente si no se sabe cómo es que las personas aprenden y se socializan en la cultura de una determinada profesión. Conocer quiénes son los profesores universitarios, cómo aprenden y se socializan en la profesión docente se vuelve necesario para explicar y comprender esos procesos. Los profesores universitarios, predominantemente han tenido una formación disciplinar por encima de la pedagógica.
 
La formación continua de los docentes y profesionales de la educación ha sido, tradicionalmente, una actividad relevante para nuestra Facultad, desde sus inicios como Centro de Investigaciones y Servicios Educativos –CISE- desde 1977, y hasta un tiempo antes de convertirse en Facultad de Ciencias de la Educación en el año de 2008.
 
Programas tales como el Plan de Perfeccionamiento del Personal Académico (PPPA ACA129), el Plan de Nivelación de Grado LDE –PLANGRA- luego Licenciatura en Ciencias de la Educación –LCE-, ambos programas para nivelar al nivel licenciatura a los profesores universitarios en servicio; el Sistema de Evaluación y Capacitación Docente –DOCE-, el Programa de Formación y Actualización Disciplinaria –PFAD-, la Red de Formación de Profesores Universitarios  (RED-UAS) y el Programa Institucional de Valores Universitarios e identidad institucional, son sólo algunos de esos antecedentes. Estos programas habían atendido en su momento, las necesidades de formación continua tanto en su vertiente disciplinar como pedagógica para profesores universitarios en servicio.
 
Mención aparte merece el Proyecto 4 impulsado en los 80 por la Dirección General de Escuelas Preparatorias, empeñado en ser el artífice del proyecto de Universidad Democrática Crítica y Popular (UDCP) que postulaban las autoridades de aquellos tiempos, para la formación de profesores. El proyecto UDCP tuvo la virtud de conseguir la cohesión de los universitarios y ser un factor de vinculación con su entorno social sobre todo con sus actividades de servicio social y extensión de la cultura. Su impacto en la formación de profesores se expresó en el profesional militante, solidario, comprometido con las causas del pueblo, la emancipación y la igualdad social mediante la concientización, organización y movilización de los grupos sociales mediados por el concepto marxista de praxis.
 
Del análisis a las tradiciones de formación de los profesores hecho por Liston y Zeichner (1993), han prevalecido en nuestra institución al menos tres de las cuatro planteadas por ellos. En cambio, se ha notado la ausencia por comprender el nivel de desarrollo de los estudiantes, identificada con la tradición desarrollista; se ha notado, sobretodo, la presencia de la tradición de la eficacia social, centrada en la aplicación de estrategias de enseñanza sugeridas por la investigación y la tradición social reconstruccionista que reflexiona críticamente los contextos institucionales, sociales y políticos de la escuela al menos en dos programas: el Plan de Perfeccionamiento del Personal Académico (PPPA) y el Plan de Actualización y Formación Disciplinaria (PFAD); mientras que en el programa RED-UAS, se percibe más centrado en la tradición académica y el proyecto UDCP, con la tradición social reconstruccionista.
 
El Plan de Perfeccionamiento del Personal Académico, identificado con la tradición de la eficacia social y la social reconstruccionista, reconoció en su momento que existían algunos vicios en el sistema educativo, tales como:
 
a)    Una formación tendiente a la especialización

b)    Una educación en la que predomina la información sobre la formación

c)    Una división social en el proceso de enseñanza y aprendizaje sin fundamento técnico que operaba como instancia de socialización y que considera como un valor fundamental la aceptación irracional de la autoridad.

d)      Un método escolástico y memorístico.

e)    El conocimiento se concibe como el resultado de una trasmisión del maestro hacia el alumno; el profesor jugaba un rol fijo y bien establecido; su  estatus o jerarquía se desprende de la capacidad de trasmitir y su liderazgo frente al estudiante o el grupo cuenta con un sustento formal que valida esa capacidad ya que es quien determina a través de procedimientos de evaluación la posibilidad de aprendizaje y los niveles de adquisición por parte del alumno.
 
En contraposición el PPPA proponía la formación de un profesor que reflexionara su práctica docente y adquiriera herramientas didácticas necesarias para su trabajo docente. Por otra parte, proponían que el alumno fuera el gestor de su propio conocimiento en un intento por desarrollar su creatividad y estuviera en posibilidad de generar nuevo conocimiento, en vez de reproducirlo.
 
El programa de Formación y Actualización Disciplinaria (PFAD), identificado con la tradición académica, planteó que las políticas institucionales que se habían implementado hasta ese momento, sólo se habían concretado a diseñar y ejecutar acciones discontinuas orientadas exclusivamente hacia algunas áreas de conocimiento ajenas a un plan, programa o proyecto institucional del que pudiera derivarse de manera congruente.
 
El PFAD se concreta en el Diplomado en Enseñanza Superior; se articuló en dos vertientes identificadas con la tradición académica y la social reconstruccionista de la formación de profesores (Liston y Zeichner, 1993). Una de ellas se afirma en la necesidad de que el profesor posea un amplio dominio de los saberes disciplinares de las áreas particulares en las cuales se desempeñan y la otra en la obtención de referentes conceptuales que coadyuvaran a enriquecer el habitus de la profesión, lo que permitiría fortalecer significativamente el grado de competencia laboral y profesional de los docentes de nivel medio y superior.
 
Otro programa formal operado por el CISE, fue el denominado RED-UAS (1996). En el mismo se reconocía que la docencia se había expandido pero no se había desarrollado y que no tomaba en cuenta referentes de los discursos y las prácticas de los escenarios de la vida a la que se enfrentaría el egresado. Este programa se propuso incorporar visiones integrales pertinentes y conceptualmente críticas que provocaran nuevas prácticas de la docencia e introduzcan innovaciones.
 
Se reconoce, sin embargo, que el trabajo docente se desarrollaba en ambientes académicos adversos, puesto que no bastaba con la incorporación de nuevos referentes acerca de la teoría educativa especialmente cuando las condiciones institucionales no estaban a propósito. En cambio, se plantea que se requiere una nueva relación que rebase la acción transmisora del saber y que tome en cuenta las condiciones que surgen de las reglas y la voluntad de los administradores, las formas de organización del trabajo docente y la disposición del profesorado para introducir modalidades sustantivas en su tarea docente.
                                                                                                           
Sensible a los cambios y transformaciones de la sociedad y a las necesidades internas de nuestro centro de investigación, el Consejo Universitario de la  Universidad Autónoma de Sinaloa otorga el estatus de Facultad a nuestra unidad académica, a propuesta de los integrantes de la comunidad del CISE, en la cual se realizó un foro de análisis y discusión, logrando que se estableciera legalmente mediante el acuerdo No. 740 signado el 17 de mayo de 2007. Desde entonces sus funciones se han multiplicado y diversificado. De ser un centro de investigación y servicios educativos para atender la demanda de los profesores universitarios sin licenciatura concluida y un espacio de formación continua de los profesores más allá de los espacios de nuestra universidad, se constituyó en lo que ahora conocemos como Facultad de Ciencias de la Educación. En dicho acuerdo se ha establecido que la Facultad “formará profesionales e investigadores en el campo de la educación, desarrollará investigación educativa y realizará labores de extensión tales como: la formación y actualización de docentes y la prestación de servicios educativos a instancias académicas internas y externas…”. Además “la función de formación de profesionales e investigadores de la educación se realizará a través de los programas de licenciatura y posgrado”…asimismo, “la función de extensión se cumplirá, principalmente, a partir de la capacitación y actualización de personal docente, y se desarrollará a través del programa de educación continua organizado por líneas de intervención, con la participación de los profesores de la unidad académica, de otras dependencias y de otras IES…(acuerdo No. 540 , Consejo Universitario, Secretaría General, Universidad Autónoma de Sinaloa, 17 de mayo de 2007).
 
Por lo que actualmente atiende la formación profesional de los educadores a nivel licenciatura en diversas vertientes: ciencias de la educación, enseñanza de las matemáticas, enseñanza del español y enseñanza de las ciencias sociales; y, en el nivel posgrado, la formación de investigadores de la educación.
 
Propósitos
 
a)    Incrementar la conexión entre la oferta de formación y las necesidades de cualificación de los profesores universitarios y de otros niveles educativos

b)    Fomentar la innovación y experimentación en comunidades de práctica multinivel, en las que participen profesores, investigadores y estudiantes.

c)    Contribuir a la profesionalización de los educadores y situarla en  los contextos de trabajo.

d)    Promover el aprendizaje-servicio.

e)    Generar  condiciones para establecer redes de profesionales de la educación de los distintos niveles del sistema escolar de la región, que propicien el trabajo cooperativo para describir, explicar, comprender y resolver los problemas educativos de Sinaloa.

f)     Poner a prueba nuevas formas que respondan a las necesidades de desarrollo profesional de los educadores.

g)    Actualizar permanentemente las competencias profesionales del personal académico de la universidad e instituciones afines de la región

h)    Contribuir en la profesionalización del profesorado de nuevo ingreso en la institución

i)     Ofrecer y operar programas de formación y actualización docente en instituciones educativas de la localidad y la región 


j)     Contribuir en el fortalecimiento de los vínculos institucionales con los sectores educativo, social y productivo del entorno regional.
 
Líneas estratégicas de la formación continua
 
El propósito de formular líneas estratégicas es el mejoramiento y diversificación de la oferta educativa del PIDEC y V en la idea de ampliar la gama de opciones educativas que ofrece el programa para la formación y actualización del profesorado de nivel básico, medio superior y superior.
 
La oferta educativa del Programa Institucional de Educación Continua de la Facultad de Ciencias de la Educación registra las siguientes líneas estratégicas de la formación: inducción a la docencia, desarrollo profesional docente, formación disciplinar y gestión y liderazgo
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Informes:
   Dra. Margarita Armenta Beltrán
   Coordinadora de Educación Continua
   Facultad de Ciencias de la Educación 
Edificio de posgrado segunda planta Ave. Cedros y calle Sauces sin número Fracc. Los Fresnos C.P. 80010 Culiacán, Sin. México Tels: 6677 534169 y 6677 531963
 
 
 
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